La Psicología Clínica es fundamental porque se encarga de evaluar, diagnosticar y tratar trastornos mentales y emocionales, contribuyendo al bienestar psicológico de las personas. A través de terapias y enfoques terapéuticos, ayuda a los individuos a comprender sus problemas, desarrollar habilidades de afrontamiento y mejorar su calidad de vida. Además, la Psicología Clínica promueve la salud mental en la sociedad, desestigmatiza las condiciones psicológicas y fomenta un enfoque preventivo, facilitando el acceso a recursos que permiten a las personas llevar una vida más equilibrada y satisfactoria.
Soy Karina Flores Zorrilla, Psicóloga Clínica egresada de la Universidad Ricardo Palma con especialización en Psicoterapia Cognitivo Conductual, una Maestría en Docencia Universitaria por la Universidad Tecnológica de México y con amplia experiencia en psicología infantil, educativa, adolescente, parejas y psico-oncología. Colegiatura N°23133, Habilitada por el Colegio de Psicólogos del Perú. Actualmente Directora de «Mi Confidente».
¿Qué trata la Psicología Clínica?
La Terapia Cognitivo Conductual (TCC) es un enfoque psicoterapéutico que se centra en la interrelación entre pensamientos, emociones y comportamientos. Su objetivo principal es ayudar a las personas a identificar y modificar patrones de pensamiento negativos o distorsionados que contribuyen a problemas emocionales y de conducta. A través de técnicas específicas, como la reestructuración cognitiva, la exposición gradual y la resolución de problemas, los terapeutas guían a los pacientes en el desarrollo de habilidades para afrontar sus desafíos. La TCC es particularmente eficaz para tratar trastornos como la depresión, la ansiedad, las fobias y el trastorno obsesivo-compulsivo, y suele ser un enfoque estructurado y orientado a objetivos que se lleva a cabo en un número limitado de sesiones.
Beneficios de la Terapia Cognitivo Conductual – TCC:
La Terapia Cognitivo Conductual (TCC) ofrece múltiples beneficios, entre los cuales destacan:
- Eficacia comprobada: La TCC ha demostrado ser efectiva en el tratamiento de diversos trastornos mentales, como la depresión, la ansiedad, las fobias y el trastorno obsesivo-compulsivo.
- Enfoque estructurado: Es una terapia organizada y orientada a objetivos, lo que permite a los pacientes entender el proceso y medir su progreso.
- Desarrollo de habilidades: Los pacientes aprenden técnicas y estrategias para manejar sus pensamientos y emociones, lo que les ayuda a afrontar situaciones desafiantes de manera más efectiva.
- Cambio de patrones de pensamiento: La TCC ayuda a identificar y modificar creencias y pensamientos negativos, promoviendo una mentalidad más positiva y realista.
- Enfoque en el presente: La terapia se centra en el aquí y el ahora, lo que permite a los individuos abordar problemas actuales en lugar de enfocarse en experiencias pasadas.
- Duración limitada: A menudo, la TCC se lleva a cabo en un número reducido de sesiones, lo que la hace accesible y menos costosa en comparación con otros enfoques terapéuticos.
- Empoderamiento del paciente: Al fomentar la auto-reflexión y la autoconciencia, la TCC empodera a los pacientes para que tomen un papel activo en su proceso de recuperación.
- Prevención de recaídas: Los pacientes aprenden herramientas que pueden utilizar incluso después de finalizar la terapia, ayudándoles a prevenir futuros episodios de malestar emocional.
La TCC no sólo aborda problemas actuales, sino que también proporciona a los pacientes habilidades valiosas para manejar sus emociones y comportamientos a largo plazo. En Mi Confidente aplicamos los siguientes tipos de terapias:
- Terapia Cognitivo-Conductual (TCC).
- Terapia Racional Emotiva Conductual (TREC)
La TCC no sólo aborda problemas actuales, sino que también proporciona a los pacientes habilidades valiosas para manejar sus emociones y comportamientos a largo plazo.
La Terapia Racional Emotiva Conductual (TREC), desarrollada por Albert Ellis en 1955, es una forma de terapia cognitivo-conductual que se centra en cómo los pensamientos irracionales o disfuncionales influyen en nuestras emociones y comportamientos. La TREC se basa en la idea de que no son los eventos en sí los que nos causan angustia, sino nuestras creencias y percepciones sobre esos eventos. Al modificar estas creencias irracionales, es posible mejorar las respuestas emocionales y conductuales.
Aspectos que aborda la TREC:
Creencias irracionales: La TREC identifica pensamientos disfuncionales o irracionales que son la causa de emociones negativas intensas, como la ansiedad, la depresión o la ira. Estas creencias incluyen demandas absolutistas («debería», «tendría que»), expectativas poco realistas y generalizaciones extremas.
Relación pensamiento-emoción: La terapia se centra en cómo los pensamientos irracionales llevan a emociones inapropiadas o desadaptativas, y cómo los pensamientos más racionales pueden generar emociones más saludables.
ABC de la TREC: Este modelo explica cómo las creencias (B) sobre un acontecimiento activador (A) generan consecuencias emocionales y conductuales (C). El objetivo es desafiar y cambiar esas creencias.
- A (Acontecimiento activador): Un hecho o situación que desencadena una reacción emocional.
- B (Creencias): Interpretación o creencia sobre el acontecimiento, a menudo irracional.
- C (Consecuencias): Las emociones y comportamientos resultantes de las creencias.
Disputar creencias irracionales: Un pilar de la TREC es enseñar a los pacientes a disputar o cuestionar activamente las creencias irracionales, reemplazándolas con pensamientos más racionales y adaptativos.
Emociones saludables vs. emociones insalubres: La TREC diferencia entre emociones negativas insalubres (como la desesperación, la culpa o la ira extrema) y emociones negativas saludables (como la tristeza o la frustración). El objetivo es transformar las emociones insalubres en saludables, permitiendo respuestas emocionales más funcionales ante situaciones difíciles.
Autodisciplina y autoaceptación: Además de modificar creencias irracionales, la TREC fomenta la autoaceptación incondicional, enseñando a las personas a aceptarse a sí mismas independientemente de sus errores o fracasos, y a mantener una visión realista de los demás y del mundo.
Aplicaciones de la TREC:
- Ansiedad y depresión
- Manejo de la ira
- Problemas de autoestima
- Trastornos de la conducta alimentaria
- Relaciones interpersonales conflictivas
La TREC se enfoca en cambiar las creencias irracionales para promover emociones más saludables y comportamientos más adaptativos, ayudando a las personas a enfrentar mejor los desafíos de la vida diaria.
La importancia de visitar al Psicólogo Clínico
Visitar a un psicólogo clínico es importante por diversas razones, ya que estos profesionales están capacitados para ayudar a las personas a comprender, enfrentar y superar dificultades emocionales, psicológicas y conductuales. Aquí algunas razones clave que subrayan la importancia de acudir a un psicólogo clínico:
- Tratamiento de trastornos mentales
Un psicólogo clínico puede diagnosticar y tratar una variedad de trastornos mentales como la depresión, ansiedad, trastorno bipolar, trastorno de estrés postraumático (TEPT), fobias, entre otros. La intervención temprana es fundamental para prevenir que estos trastornos se agraven y afecten negativamente la vida diaria del paciente.
- Mejora del bienestar emocional
Incluso si no se sufre de un trastorno mental grave, acudir a un psicólogo clínico puede mejorar el bienestar emocional general. El psicólogo puede ayudar a las personas a gestionar el estrés, desarrollar habilidades de afrontamiento y trabajar en el autoconocimiento, promoviendo una mejor calidad de vida.
- Apoyo en momentos de crisis
En situaciones de crisis, como la pérdida de un ser querido, rupturas de relaciones, o eventos traumáticos, un psicólogo clínico puede ofrecer el apoyo emocional necesario. Ayuda a las personas a procesar sus emociones y encontrar formas saludables de sobrellevar el dolor o el trauma.
- Desarrollo de habilidades de afrontamiento
Un psicólogo clínico enseña herramientas y estrategias para afrontar problemas cotidianos, mejorar las habilidades de comunicación, manejar el estrés, y regular las emociones. Estas habilidades son útiles para enfrentar conflictos interpersonales, cambios importantes y dificultades en el entorno laboral o familiar.
- Prevención de problemas mayores
Acudir a terapia de forma temprana puede prevenir el desarrollo de problemas más serios en el futuro. La terapia psicológica ayuda a las personas a tomar conciencia de patrones de pensamiento o comportamiento dañinos y a realizar cambios antes de que se conviertan en trastornos más graves.
- Mejora de la salud física y mental
El bienestar mental está estrechamente relacionado con la salud física. El estrés crónico, la ansiedad y la depresión pueden afectar el sistema inmunológico, el sueño, la digestión y el corazón. La intervención psicológica puede ayudar a reducir estos efectos negativos, promoviendo un equilibrio entre la salud física y emocional.
- Acompañamiento en el autoconocimiento
La terapia psicológica ofrece un espacio seguro para explorar pensamientos y sentimientos profundos. Un psicólogo clínico facilita el autoconocimiento, ayudando a las personas a identificar metas personales, valores, creencias y emociones, lo que puede conducir a una vida más plena y consciente.
- Mejora de las relaciones interpersonales
A través de la terapia, las personas pueden aprender a gestionar mejor sus relaciones con los demás, ya sea en el ámbito familiar, social o laboral. Un psicólogo clínico puede ayudar a mejorar la comunicación, resolver conflictos y fortalecer las relaciones.
- Acompañamiento en procesos de cambio
En momentos de transición, como cambios de carrera, mudanzas, nuevas responsabilidades o decisiones importantes, un psicólogo clínico puede ofrecer orientación y apoyo, ayudando a las personas a adaptarse de manera saludable a estas situaciones.
- Reducción del estigma hacia la salud mental
Acudir a un psicólogo clínico también contribuye a reducir el estigma asociado con la salud mental. Al normalizar el cuidado de la salud psicológica, se promueve una cultura de bienestar integral y de aceptación de las dificultades emocionales como parte de la vida humana.
Visitar a un psicólogo clínico puede ser clave tanto para el tratamiento de trastornos psicológicos como para el desarrollo personal y emocional. La terapia proporciona un espacio de crecimiento, autocuidado y bienestar, mejorando la calidad de vida de quienes buscan apoyo profesional.
¿Qué Tipo de Medicación Prescribe un Psicólogo Clínico?
Ninguna. En Perú, los psicólogos clínicos no están autorizados a prescribir medicación, ya que esta función está reservada para médicos, especialmente psiquiatras. Los psicólogos clínicos se enfocan en la evaluación, diagnóstico y tratamiento de trastornos emocionales y mentales a través de terapias y enfoques psicológicos, como la Terapia Cognitivo Conductual.
Si un paciente requiere medicación, el psicólogo puede recomendar que el paciente consulte a un psiquiatra u otro médico que esté capacitado para evaluar y prescribir tratamientos farmacológicos. En este caso, la colaboración entre el psicólogo y el psiquiatra es esencial para proporcionar un enfoque integral al tratamiento, combinando la terapia psicológica con la medicación adecuada, si es necesario.
Nota:
Recuerda tu Psicólogo Clínico debe estar habilitado en el Colegio de Psicólogos del Perú para poder atender pacientes, emitir y firmar informes psicológicos. Su colegiatura debe estar habilitada y eso lo puedes validar en la página web del Colegio de Psicólogos del Perú.
Contáctanos por WhatsApp