
El trastorno límite de la personalidad (TLP), también conocido como trastorno de la personalidad borderline (TPB), es un trastorno mental que afecta la forma en que una persona piensa, se siente y se relaciona con los demás. Las personas con este trastorno a menudo experimentan emociones intensas y cambios rápidos en el estado de ánimo, lo que puede llevar a problemas en las relaciones interpersonales, la autoimagen y el control de los impulsos.
Algunos de los síntomas comunes del TLP incluyen:
• Miedo al abandono: Las personas con TLP a menudo temen ser abandonadas o rechazadas, lo que puede llevar a comportamientos extremos para evitar que esto suceda.
• Inestabilidad emocional: Pueden experimentar cambios rápidos y extremos en el estado de ánimo, pasando de la euforia a la tristeza o la ira en poco tiempo.
• Relaciones inestables: Las relaciones interpersonales suelen ser turbulentas, marcadas por idealización y devaluación de las personas cercanas.
• Impulsividad: Comportamientos impulsivos como gastos excesivos, conducta sexual riesgosa, abuso de sustancias, conducta alimentaria desordenada, entre otros, son comunes.
• Sentimientos crónicos de vacío: Las personas con TLP a menudo experimentan un sentido persistente de vacío emocional o un sentimiento de falta de propósito en la vida.
• Problemas de identidad: Pueden tener una imagen de sí mismos poco clara o inestable, lo que puede llevar a cambios frecuentes en la identidad, objetivos y valores.
El TLP puede ser desafiante de diagnosticar y tratar debido a la complejidad de sus síntomas y la variabilidad entre las personas que lo experimentan. Sin embargo, la psicoterapia, especialmente la terapia dialectica conductual (TDC), se ha demostrado eficaz en el tratamiento del TLP, ayudando a las personas a desarrollar habilidades para manejar sus emociones y mejorar sus relaciones interpersonales. En algunos casos, se pueden recetar medicamentos para tratar síntomas específicos, como la depresión o la ansiedad, que pueden coexistir con el TLP.
¿Cómo Adquiere una Persona el TLP o Trastorno de la Personalidad Borderline TPB?
La pregunta sobre si una persona nace con el trastorno límite de la personalidad (TPB) o si aprende las conductas asociadas con este trastorno es compleja y no tiene una respuesta definitiva aún. La evidencia sugiere que el TLP o Borderline es el resultado de una combinación de factores genéticos, biológicos, ambientales y experienciales, lo cual también podemos decir que se adquieren en base a una experiencia de crianza vivida. Pueden ser diferente factores los cuales son:
• Factores genéticos y biológicos:
Existen evidencias de que hay una predisposición genética al TPB. Es decir, algunas personas pueden heredar ciertas vulnerabilidades biológicas que las hacen más propensas a desarrollar este trastorno. Además, investigaciones neurobiológicas han identificado diferencias en el funcionamiento del cerebro y en la regulación emocional en personas con TLP, lo que sugiere que hay una base biológica subyacente.
• Factores ambientales y experienciales:
El ambiente en el que una persona crece y las experiencias vividas también pueden desempeñar un papel importante en el desarrollo del TLP. Por ejemplo, el abuso emocional, físico o sexual durante la infancia, la negligencia, la inestabilidad en las relaciones familiares, la pérdida temprana de seres queridos o el trauma pueden aumentar el riesgo de desarrollar este trastorno.
• Interacción entre factores:
Es importante destacar que el desarrollo del TLP generalmente implica una interacción compleja entre factores genéticos y ambientales. No es simplemente una cuestión de herencia genética o de influencias ambientales por sí solas, sino una combinación de ambos lo que contribuye al desarrollo del trastorno.
Entonces, si bien hay una predisposición genética al TLP o TPB «Borderline», las experiencias vividas y el entorno en el que una persona se desarrolla también desempeñan un papel crucial en su desarrollo. Es una interacción compleja entre la biología y el ambiente lo que contribuye al desarrollo de este trastorno, es por ello que debemos tener en cuenta cómo educamos y criamos a nuestros hijos.
¿Existen Tipos de Borderline?
El trastorno límite de la personalidad (TLP), también conocido como trastorno de la personalidad borderline (TPB), NO se subdivide oficialmente en diferentes tipos según los criterios diagnósticos del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5). Sin embargo, las personas con TLP o TPB pueden presentar una variedad de síntomas y características, lo que lleva a una diversidad en la presentación clínica del trastorno.
Aunque no hay subtipos oficialmente reconocidos, algunas teorías y enfoques de investigación han propuesto ciertas subclasificaciones o características distintivas dentro del TLP. Algunas de estas incluyen:
• TLP impulsivo vs. TLP no impulsivo:
Algunos estudios sugieren que las personas con TLP pueden diferir en la prominencia de ciertos síntomas, como la impulsividad. Por lo tanto, algunas personas pueden exhibir más comportamientos impulsivos y riesgosos, mientras que otras pueden tener un perfil menos impulsivo.
• TLP internalizador vs. externalizador:
Esta clasificación se refiere a cómo las personas con TLP tienden a expresar su malestar emocional. Algunas personas pueden dirigir su malestar hacia adentro, manifestando síntomas como la depresión, la ansiedad y la autolesión, mientras que otras pueden expresarlo de manera más externalizada, con rabia, ira y comportamientos disruptivos.
• TLP comórbido:
El TLP frecuentemente coexiste con otros trastornos mentales, como trastornos del estado de ánimo, trastornos de ansiedad, trastornos de la alimentación o trastornos por abuso de sustancias. Dependiendo de la naturaleza y la gravedad de estas comorbilidades, la presentación clínica del TLP puede variar.
Aunque estas subclasificaciones pueden ser útiles para comprender mejor la diversidad en la presentación del TLP, es importante recordar que cada persona es única y puede experimentar el trastorno de manera diferente. El tratamiento y la atención deben adaptarse a las necesidades individuales de cada persona, independientemente de cualquier subtipo propuesto.
¿Cómo se diagnostica el Trastorno de la Personalidad Borderline?
El diagnóstico del Trastorno de la Personalidad Borderline (TPB) se realiza principalmente mediante una evaluación clínica exhaustiva realizada por un profesional de la salud mental cualificado, como un psiquiatra o un psicólogo clínico con experiencia.
El proceso de diagnóstico generalmente implica los siguientes pasos:
• Entrevista clínica: El profesional lleva a cabo una entrevista clínica detallada con la persona, durante la cual se recopila información sobre la historia personal, los síntomas actuales, los antecedentes médicos y psiquiátricos, así como la historia familiar.
• Criterios diagnósticos: El diagnóstico del TPB se basa en los criterios establecidos en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), publicado por la Asociación Americana de Psiquiatría. Estos criterios incluyen una combinación de síntomas emocionales, cognitivos, interpersonales y de comportamiento que se deben cumplir durante un período prolongado y que causan malestar significativo o deterioro en el funcionamiento personal, social o laboral.
• Descarte de otras condiciones: El profesional de la salud mental también puede realizar evaluaciones adicionales para descartar otras condiciones médicas o psiquiátricas que puedan estar contribuyendo a los síntomas presentados por la persona, ya que el TPB a menudo coexiste con otros trastornos mentales.
• Evaluación de la historia clínica: Se examinan los antecedentes médicos y psiquiátricos de la persona, así como los eventos estresantes o traumáticos en su vida, ya que estos pueden ser relevantes para comprender la etiología y la manifestación del trastorno.
Es importante destacar que el diagnóstico del TPB debe ser realizado por un profesional de la salud mental capacitado, ya que los síntomas del trastorno pueden superponerse con otros trastornos mentales, lo que requiere una evaluación minuciosa para determinar el diagnóstico correcto. Además, el diagnóstico del TPB no debe basarse únicamente en la autoevaluación o la percepción de los síntomas por parte de la persona, sino que debe ser realizado por un profesional con experiencia en la evaluación y el tratamiento de trastornos de la personalidad.
¿Qué Neuroquímicos del Cerebro están relacionados con el Trastorno de la Personalidad Borderline?
El Trastorno de la Personalidad Borderline (TPB) está asociado con una serie de alteraciones neuroquímicas en el cerebro, aunque la comprensión exacta de los mecanismos neurobiológicos aún está en desarrollo. Algunos de los neuroquímicos y sistemas neurotransmisores que se han implicado en la fisiopatología del TPB incluyen:
• Serotonina:
Se ha observado que las personas con TPB tienen niveles bajos de serotonina en el cerebro. La serotonina desempeña un papel importante en la regulación del estado de ánimo, el control de los impulsos y la modulación de la agresión, por lo que su deficiencia puede contribuir a la labilidad emocional y los comportamientos impulsivos asociados con el TPB.
• Noradrenalina (norepinefrina):
La noradrenalina es otro neurotransmisor implicado en la regulación del estado de ánimo, la respuesta al estrés y la activación del sistema nervioso simpático. Se ha observado que las personas con TPB tienen niveles elevados de noradrenalina, lo que puede contribuir a la hiperactividad del sistema nervioso autónomo y los síntomas de ansiedad y agitación.
• Glutamato:
El glutamato es el neurotransmisor excitatorio más abundante en el cerebro y desempeña un papel importante en la plasticidad neuronal y la transmisión sináptica. Se ha sugerido que las alteraciones en el sistema glutamatérgico pueden estar implicadas en la regulación emocional disfuncional y la inestabilidad emocional observada en el TPB.
• GABA (ácido gamma-aminobutírico):
El GABA es el principal neurotransmisor inhibitorio en el cerebro y desempeña un papel crucial en la modulación de la ansiedad, la relajación muscular y la regulación del sueño. Se ha observado que las personas con TPB tienen niveles alterados de GABA, lo que puede contribuir a la hiperactividad emocional y los síntomas de ansiedad.
• Oxitocina:
La oxitocina es un neuropéptido implicado en la regulación del apego, la empatía y la respuesta al estrés. Se ha demostrado que las personas con TPB tienen niveles reducidos de oxitocina, lo que puede contribuir a las dificultades en las relaciones interpersonales y la inestabilidad en la autoimagen.
Es importante tener en cuenta que la relación entre estos neuroquímicos y el TPB es compleja y aún no está completamente comprendida. Además, la investigación en este campo está en curso y se necesitan más estudios para elucidar los mecanismos neurobiológicos subyacentes al trastorno.
¿Cuál es el tratamiento terapéutico y medicinal del Trastorno de la Personalidad Borderline?
El tratamiento del Trastorno de la Personalidad Borderline (TPB) generalmente implica una combinación de intervenciones terapéuticas y, en algunos casos, el uso de medicamentos para abordar síntomas específicos. Aquí hay una descripción de los enfoques terapéuticos y medicamentos que se utilizan comúnmente en el tratamiento del TPB:
1. Terapia psicológica:
• Terapia dialectical conductual (TDC): La TDC es uno de los tratamientos más efectivos para el TPB. Se centra en enseñar habilidades de regulación emocional, tolerancia al malestar, manejo de crisis, habilidades de relaciones interpersonales y mindfulness. La TDC se lleva a cabo en sesiones individuales y grupales.
• Terapia cognitivo-conductual (TCC): La TCC se centra en identificar y cambiar patrones de pensamiento y comportamiento disfuncionales que contribuyen a los síntomas del TPB, como la autolesión, la impulsividad y las relaciones interpersonales problemáticas.
• Terapia de esquemas: Este enfoque terapéutico se enfoca en identificar y cambiar los esquemas disfuncionales de pensamiento y comportamiento que se desarrollaron durante la infancia y que contribuyen a los síntomas del TPB.
2. Medicamentos:
• Antidepresivos: Los antidepresivos pueden ser recetados para tratar síntomas de depresión y ansiedad que a menudo coexisten con el TPB. Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) y los inhibidores de la recaptación de serotonina-norepinefrina (IRSN) son opciones comunes.
• Estabilizadores del estado de ánimo: Algunos medicamentos utilizados para tratar trastornos del estado de ánimo, como el trastorno bipolar, pueden ser útiles para reducir la labilidad emocional y los cambios de humor en el TPB. Estos incluyen el litio y los anticonvulsivos como la lamotrigina.
• Antipsicóticos: En algunos casos, los antipsicóticos atípicos pueden recetarse para tratar síntomas específicos del TPB, como la irritabilidad, la agresión o la paranoia.
• Ansiolíticos: Los medicamentos ansiolíticos, como las benzodiacepinas, pueden recetarse temporalmente para tratar la ansiedad aguda, aunque su uso a largo plazo se evita debido al riesgo de dependencia y tolerancia.
Es importante destacar que el tratamiento del TPB debe ser individualizado y adaptado a las necesidades específicas de cada persona. Además, la participación activa y la colaboración entre el individuo y el equipo de tratamiento son fundamentales para lograr resultados positivos a largo plazo.
¿Cuál es la reacción común de una persona con Trastorno Límite de la Personalidad o Borderline en un grupo o reunión social?
En una reunión social, la reacción de una persona con Trastorno Límite de la Personalidad (TLP) puede variar según una serie de factores, incluyendo la situación específica, el estado de ánimo de la persona, sus experiencias previas y sus habilidades para manejar las emociones. Sin embargo, algunas reacciones comunes que pueden ocurrir en personas con TLP incluyen:
• Hipervigilancia social: Las personas con TLP pueden ser hipervigilantes en situaciones sociales, estando constantemente alerta a las señales de rechazo o abandono. Esto puede llevarlos a interpretar mal las expresiones faciales, el tono de voz o el comportamiento de los demás, lo que aumenta su ansiedad social.
• Miedo al abandono: El miedo al abandono es una característica central del TLP. En una reunión social, una persona con TLP puede volverse especialmente ansiosa si percibe que está siendo ignorada o excluida, temiendo que los demás la abandonen o la rechacen.
• Cambios rápidos en el estado de ánimo: Las personas con TLP pueden experimentar cambios de humor rápidos e intensos en situaciones sociales. Pueden alternar entre la euforia y la tristeza, la irritabilidad y la apatía, lo que puede dificultar mantener una interacción social coherente y estable.
• Inseguridad en las relaciones interpersonales: Las personas con TLP suelen tener dificultades en las relaciones interpersonales debido a la inestabilidad en la autoimagen y los patrones de apego disfuncionales. Pueden sentirse inseguras acerca de cómo interactuar con los demás, temiendo ser abandonadas o rechazadas.
• Comportamientos impulsivos: En situaciones sociales, las personas con TLP pueden ser propensas a comportamientos impulsivos, como el consumo excesivo de alcohol, gastos impulsivos, o comportamiento sexual riesgoso. Estos comportamientos pueden ser una forma de manejar el malestar emocional o buscar estimulación.
• Idealización y devaluación de personas: Las personas con TLP pueden idealizar inicialmente a las personas en una reunión social, percibiéndolas como perfectas o admirables. Sin embargo, si perciben algún comportamiento que interpreten como rechazo o crítica, pueden cambiar rápidamente a la devaluación, viendo a la persona como completamente negativa.
Es importante recordar que estas reacciones pueden variar ampliamente de una persona con TLP a otra, y que no todas las personas con este trastorno experimentarán los mismos síntomas en situaciones sociales. La terapia puede ayudar a las personas con TLP a desarrollar habilidades para manejar mejor sus emociones y mejorar sus relaciones interpersonales.
Reacciones o comportamientos más desafiantes o difíciles de manejar asociados con el TLP Borderline
La reacción más difícil que una persona con Trastorno Límite de la Personalidad (TLP) podría experimentar puede variar ampliamente según la situación específica, el estado emocional en ese momento, los desencadenantes presentes y otros factores individuales. Sin embargo, algunas de las reacciones más difíciles y desafiantes que podrían surgir en personas con TLP incluyen:
• Crisis emocional intensa: Las personas con TLP pueden experimentar crisis emocionales intensas y desbordantes, caracterizadas por una combinación de emociones extremas como la ira, el miedo, la tristeza o la desesperación. Estas crisis pueden ser desencadenadas por eventos estresantes o conflictos interpersonales y pueden ser difíciles de manejar tanto para la persona como para quienes la rodean.
• Comportamientos autolesivos: El autolesionarse, como cortarse, quemarse o golpearse, es un comportamiento común en personas con TLP, especialmente durante momentos de malestar emocional intenso. Estos comportamientos pueden ser extremadamente preocupantes y desafiantes de manejar para quienes están cerca de la persona.
• Suicidio o ideación suicida: Las personas con TLP tienen un mayor riesgo de experimentar ideación suicida y comportamientos suicidas. Durante momentos de crisis emocional, pueden sentirse abrumadas por el dolor y la desesperanza, lo que puede llevar a pensamientos o intentos de suicidio. Estas situaciones son extremadamente delicadas y requieren una intervención profesional inmediata.
• Rabia extrema o explosiones emocionales: La rabia puede ser una reacción común en personas con TLP, especialmente cuando se sienten amenazadas, rechazadas o abandonadas. Estas explosiones emocionales pueden manifestarse en forma de gritos, insultos, comportamiento agresivo o destructivo, lo que puede ser muy perturbador y desafiante para quienes están presentes.
• Retirada o aislamiento social: En respuesta al estrés emocional o a los conflictos interpersonales, algunas personas con TLP pueden retirarse o aislarse socialmente. Esto puede dificultar la comunicación y el apoyo, y puede aumentar la sensación de soledad y abandono en la persona con TLP.
Es importante recordar que estas reacciones son síntomas del TLP y no reflejan necesariamente la naturaleza intrínseca de la persona. Tratar estas situaciones con compasión, empatía y apoyo profesional adecuado es fundamental para ayudar a la persona a manejar y superar estas dificultades.
¿La Medicación puede Curar el TLP o el Trastorno de la Personalidad Borderline?
La medicación por sí sola NO puede «curar» el Trastorno Límite de la Personalidad (TLP). El TLP es un trastorno complejo que implica una combinación de factores genéticos, biológicos, psicológicos y ambientales, y su tratamiento generalmente requiere un enfoque integral y multidisciplinario. Aunque la medicación puede ser útil para reducir la intensidad de ciertos síntomas del TLP, como la depresión, la ansiedad o la impulsividad, no aborda las causas subyacentes del trastorno ni cambia los patrones de pensamiento y comportamiento asociados.
Es importante tener en cuenta que el TLP es una condición crónica que puede requerir tratamiento a largo plazo y manejo continuo. La psicoterapia, especialmente enfoques como la terapia dialectical conductual (TDC), la terapia cognitivo-conductual (TCC) y la terapia de esquemas, ha demostrado ser más efectiva que la medicación sola en el tratamiento del TLP. Estas terapias se centran en ayudar a la persona a desarrollar habilidades para regular las emociones, mejorar las relaciones interpersonales, cambiar los patrones de pensamiento disfuncionales y promover el autoconocimiento y el crecimiento personal.
Además, es importante abordar otros aspectos del bienestar, como la atención médica general, el manejo del estrés, el autocuidado y el apoyo social. El tratamiento exitoso del TLP a menudo implica un enfoque integral que aborda las diversas necesidades de la persona.
Mientras que la medicación puede ser parte de un plan de tratamiento integral para el TLP y puede ayudar a aliviar ciertos síntomas, no es una cura por sí sola. Un enfoque combinado que incluya psicoterapia, manejo de síntomas y apoyo continuo es fundamental para ayudar a las personas a vivir de manera más saludable y funcional con el TLP.
Aquí hay algunos puntos importantes a considerar sobre el uso de medicamentos en el tratamiento del TLP:
• Medicamentos para síntomas específicos: Si bien no hay medicamentos específicamente aprobados para tratar el TLP en sí mismo, a menudo se recetan medicamentos para abordar síntomas específicos que pueden coexistir con el trastorno. Por ejemplo, los antidepresivos pueden recetarse para tratar la depresión y la ansiedad, los estabilizadores del estado de ánimo pueden ayudar a controlar la labilidad emocional, y los antipsicóticos pueden recetarse para abordar la paranoia o la desrealización.
• Reducción de síntomas: Para algunas personas, la medicación puede ayudar a reducir la intensidad de los síntomas del TLP, lo que les permite funcionar mejor en su vida diaria y participar más efectivamente en la terapia y otros aspectos del tratamiento.
• Tratamiento combinado: La medicación a menudo se utiliza en combinación con la psicoterapia, como la terapia dialectical conductual (TDC) o la terapia cognitivo-conductual (TCC). Esta combinación de tratamiento puede ser más efectiva que cualquiera de los enfoques por sí solos.
• Respuesta individual: Es importante tener en cuenta que la respuesta a la medicación puede variar significativamente de una persona a otra. Lo que funciona bien para una persona puede no ser efectivo para otra, y algunos medicamentos pueden tener efectos secundarios que pueden ser problemáticos.
• Monitoreo cercano: Cuando se prescribe medicación para el TLP, es importante que la persona sea monitoreada de cerca por un profesional de la salud mental para evaluar la eficacia de la medicación y controlar cualquier efecto secundario. Los ajustes en la dosis o el cambio de medicamentos pueden ser necesarios según la respuesta individual.
Si bien la medicación puede ser útil para algunas personas con TLP para reducir la intensidad de los síntomas y mejorar el funcionamiento diario, no es un tratamiento curativo por sí solo. Se recomienda que el uso de medicamentos sea parte de un enfoque integral que incluya psicoterapia y otras intervenciones terapéuticas.
Las personas que NO tenemos ningún trastorno gracias a Dios, ¿Cómo debemos tratar a una persona borderline?
Tratar a una persona con Trastorno Límite de la Personalidad (TLP) de manera compasiva y empática puede ser beneficioso tanto para la persona como para la relación. Aquí hay algunas pautas generales sobre cómo interactuar y apoyar a alguien que tiene TLP:
• Educarse sobre el trastorno: Tomarse el tiempo para aprender sobre el TLP puede ayudar a comprender mejor las experiencias y los desafíos que enfrenta la persona. Esto puede ayudar a fomentar la empatía y reducir el estigma asociado con el trastorno.
• Ser comprensivo y paciente: Las personas con TLP a menudo experimentan emociones intensas y cambios de humor rápidos. Es importante ser comprensivo y paciente con la persona, reconociendo que sus reacciones pueden ser el resultado de dificultades emocionales subyacentes.
• Establecer límites claros: Aunque es importante ser comprensivo, también es crucial establecer límites claros y saludables en la relación. Comunicar de manera respetuosa y firme los límites personales y las expectativas puede ayudar a mantener una interacción saludable.
• Validar sus emociones: Validar las emociones de la persona puede ayudarla a sentirse escuchada y comprendida. Reconocer y validar sus sentimientos, incluso si no se comprenden completamente, puede ser reconfortante para la persona.
• Fomentar la comunicación abierta: Fomentar un ambiente de comunicación abierta y honesta puede ayudar a construir confianza en la relación. Estar dispuesto a escuchar activamente y expresar preocupación genuina puede fortalecer la conexión emocional con la persona.
• Ofrecer apoyo emocional: Ofrecer apoyo emocional y expresar interés genuino en el bienestar de la persona puede ser invaluable. Preguntar cómo se siente y ofrecerse a escuchar sin juzgar puede ayudar a la persona a sentirse menos sola en sus luchas.
• Fomentar la búsqueda de ayuda profesional: Animar a la persona a buscar ayuda profesional y ofrecer apoyo en el proceso puede ser de gran ayuda. Acompañar a la persona a las citas médicas o terapéuticas y ofrecerse a ayudar en la búsqueda de recursos pueden ser gestos significativos de apoyo.
Entonces tengamos en cuenta que debemos tratar a una persona en general y más si tiene TLP, con compasión, empatía y respeto puede contribuir significativamente a su bienestar emocional y fortalecer la relación.
Es importante recordar que cada persona es única, por lo que es útil adaptar el enfoque de acuerdo con las necesidades individuales y la dinámica de la relación.
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